Si contara todas las veces que me han dicho en mi vida... "Hazte un blog", me faltarían dedos. Muchos. Siempre me ha parecido que no es interesante, o que no se me da tan bien escribir como para "molestar" a la gente con "mis cosas". O simplemente piensas en "Para qué, si no lo va a leer nadie".
Pero un día, de repente; estás en casa, aburrida, tu hermana viene y te dice que ella también se va a hacer uno y, supongo que motivada por la experiencia de algo nuevo, por el entusiasmo contagioso de una buena amiga, o simplemente, por "probar a ver que tal"; decides hacerlo. Locura inicial es poco. Entro en el diseñador del blog y "no me entero un carajo" de como se usa, pero investigando y probando voy haciendo y consiguiendo un diseño que me gusta. Incluso me doy cuenta de que me lo he pasado bien y me he entretenido un rato haciéndolo. Luego viene la parte en la que pillas por banda a tu amiga que sabe usarlo y la vuelves loca haciéndole mil preguntas sobre cómo se usa; y al mismo tiempo pidiéndole perdón por ser tan pesada con las preguntitas, jeje.
Y aqui estoy, escribiendo MI primera entrada, de MI primer y, supongo, único blog y soltando palabras sin saber muy bien qué decir. Lo único que se es que me gusta y que espero que a vosotros también. Habrá días que escriba parrafadas largas como las que a mi me gustan (si me oyérais hablar os querríais cortar las venas, NO PARO), pero supongo que también habrá días en que escriba poco o, directamente, no escriba nada. Todo dependerá del cansancio, las ganas y lo que tenga que contar. Creedme, mi vida no es muy interesante. Al menos a mi no me lo parece.
Así son mis cosas y así os las he contado... No, tranquilos, no soy de la cuenta naranja, sólo es que me quedaba redondo para terminar la entrada, jajaja.
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